JOSÉ MARÍA, CURRO Y… JORGE.

 

En un anterior post dejé claro que la fiesta de entrega de los Premios Albahaca de las tres últimas fiestas taurinas laurentinas me había resultado muy enriquecedora. Personalmente lo pasé muy bien, incluso con alguna sorpresa incluida.

Curro Blasco, Fernando Elboj, José María Manzanares, Amalia Aso y Domingo Malo

Habíamos entregado ya los galardones y comenzado a cenar. Estando hablando con José María Manzanares, oí de otra conversación entrecruzada algo que tenía que ver con el Palacio de Congresos de Huesca. Sorprendido, reaccioné de manera inmediata y pregunté: «¿Qué decís del Palacio de Congresos?». La respuesta de algún comensal fue no sé qué de Curro. Dirigiéndome a uno de los presentes, le pregunté: «¿Tú eres Curro?». A lo que contestó que sí, y añadí yo: «¿Pero, tú qué tienes que ver con el Palacio de Congresos de Huesca?». A lo que replicó que si no me acordaba de él. Como se comprenderá todavía me quedé más sorprendido porque  lo cierto es que no me acordaba. Fue entonces cuando me explicó que él era uno de los que había estado colocando la madera de todo el Auditorio de Huesca. Impulsado como si me hubieran dado un pinchazo en cualquier parte del cuerpo, volví a preguntar mecánicamente: «¿Qué tú tienes que ver con la empresa de la madera del Auditorio?». Y entonces Curro comenzó por el principio y me lo explicó todo: «Yo soy hijo de Francisco Blasco, dueño de la empresa Carpintería Paco Blasco, de Alicante. Y estuve trabajando en la instalación de toda la madera con mi padre y mi hermano. Estuve varias semanas en Huesca. Y más de una vez hablé con usted«. Ya no le dejé continuar hablando. Estaba encantado. Era una coincidencia magnífica. Era un factor más que añadir a los muchos que estaban haciendo que la Fiesta Taurina me resultara muy entrañable. Sin dudarlo dos veces empecé a hablar del Auditorio. Y Curro se metió de lleno en el tema. Yo reaccioné callándome para conocer su opinión. Pronto me di cuenta que él hablaba del Auditorio, si cabe, con tanto entusiasmo como yo. Los demás comensales fueron dejando a un lado sus charlas entrecruzadas y se centraron en lo que decía Curro Blasco. Hablaba y no paraba de la caja escénica. Incluso explicó algunos aspectos técnicos de cómo se probaban las cajas para tener la certeza de que iban a responder perfectamente en materia acústica. Transcurrido un rato, otra pregunta me rondó por la cabeza: «Pero si Curro Blasco es un técnico en este tipo de trabajos, ¿qué tiene que ver con el mundo taurino?. ¿Qué hace en esta cena?». No me atreví a hacer la pregunta en voz alta y esperé a que fueran rehaciendose otras conversaciones para preguntárselo a Mari Carmen, que sí estaba sabedora de quien era, ya que había estado en el principio de las presentaciones. En voz baja me dijo: «Es que es muy amigo de José María Manzanares». A lo que añadió: «Los tres son amigos íntimos, José María, Curro y Jorge Matilla, el Apoderado de Manzanares».

En otro post os contaré mi impresión sobre cómo es José María Manzanares: Tres horas de cena y conversación.

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